"Viajar es una forma de salir al encuentro de los otros, de lo otro, y salir al mismo tiempo al encuentro de uno mismo. Viajar no solo es descubrir un país, es saber verse y revelarse en el paisaje, en las personas que te acompañan, en cada paso y cada monumento, en cada palabra que abre espacios nuevos o devuelve recuerdos lejanos a la conciencia de lo que somos hoy día, en tan poco tiempo, en tan poco espacio. Dejamos atrás rutinas, familias, idiomas y nos adentramos en la aventura de lo desconocido. Israel ha sido esto, todo un descubrimiento; ha sido la bienvenida del almuecín al llegar a la ciudad, el canto del hebreo y del árabe mezclándose y haciéndose uno casi sin quererlo, "arce domine, parce populo tuo ne in aeternum..."; ha sido la piedra blanca de Jerusalén, el amanecer naranja en Masada, los colores del desierto, la sal del mar, los sabores rojos, verdes, amarillos, las especias brillantes rosas; han sido risas, encuentros, confidencias, lágrimas, abrazos, deseos...; ha sido aprender que la historia lleva muchos siglos escribiéndose y que cada día a todos se nos es dado una nueva oportunidad de reescribirla.

Frente a mí han ido desfilando uno a uno mis valores, mis opiniones, mis juicios, y después de escuchar mucho y de ver despacio, no he podido sino saber que Dios está en cada persona, en cada lugar, en cada pérdida y en cada hallazgo, en cada minuto de todos los días que tenemos por delante y, entonces, cuando caen las máscaras y se detienen los pensamientos, uno entiende que ya no hay sino amor en estado puro, y ya no somos ni armenios, ni coptos, ni musulmanes, ni judíos, ni cristianos, ni drusos, ni ortodoxos, solo somos seres humanos. "El que tenga ojos para ver, que vea; el que tenga oídos para oír, que oiga".

Gracias, Ana. Viajar de tu mano ha sido todo un honor y un privilegio. No hace falta mucho para darse cuenta de que las sincronicidades se van sucediendo en el camino, de que los momentos son siempre perfectos, de que los espacios de repente se vacían, de que es seguro caminar a tu lado y es puro goce deambular y moverse y dejarse llevar y aprender. "Ahora ve y aprende". Así nos dijiste en tu mensaje el primer día y así ha sido. Hay mucha belleza en ello".